¿usar lo clásico o innovar el sistema?
Durante mucho tiempo y hasta el día de hoy el uso de la rafia tanto natural como sintética ha sido parte fundamental en el mundo de la agricultura. Uno de sus usos más comunes es el la delimitación de áreas y el de material en los sistemas de tutoreo. Es cierto que es un material accesible y económico, que junto a su fácil manipulación lo hacen un aliado a tomar en cuenta en la industria del cultivo, eso sin contar en otras áreas de índole de accesorios o similares, incluso en la textil, pero ese es otro tema.
En la agricultura el tema del entutorado es conocido ampliamente ya que esta técnica permite sacar el máximo provecho de los cultivos a entutorar gracias a un conjunto de ventajas verdaderamente sorprendentes, desde una mejor salud para la planta y los frutos hasta una producción mucho más amplia. Dentro de esta práctica el uso de la rafia es común, pero llega determinado punto en que el hilo de rafia se degrada con el tiempo a causa de la constante exposición a los factores del sol, agua y humedad, sin contar al viento y el mantenimiento regular con químicos o similares que se tengan que llevar a cabo en el terreno. Todo este tipo de elementos junto con las labores manuales que se deban realizar en el cultivo y el terreno van desgastando el material de la rafia que, si es de confección natural apenas y durara para una temporada; si es sintético, el mismo material que se desprende y envejece puede causar contaminación del cultivo, así como acumulación de la humedad en esas brechas que se generan entre el material. Esto provoca un alto riesgo de que se incuben hongos o bacterias dañinas para la planta, que de un momento a otro puede contagiarse a través del contacto con las o en el mismo suelo.
Dentro de todo este mundillo del entutorado, se cuenta con una de las variantes más utilizada hasta el momento. Ese no es otro que la malla tutoreo. Este sistema de entutorado cuyo punto fuerte es el de proporcionar a la planta en cuestión un entramado que la ayude a extenderse y tomar la posición más ventajosa que le convenga, sobre todo con aquellas plantas como las tomateras o las que pertenezcan a la familia de las enredaderas. Este tipo de mallas desde las plásticas hasta las metálicas son fáciles de manejar e instalar, y aquellas como la malla soporte HORTOMALLAS proporciona un material de calidad y fiable que durará por varias temporadas, permitiendo reutilizarla para otra ocasión. No solo por cuestiones de durabilidad y comodidad se implementa el uso de mallas espalderas; también se implementan porque aportan un mejor sistema de mantenimiento para con las plantas a cultivar – al encontrarse en posiciones elevadas, el mantenimiento de la planta y recolección de frutos es mucho más rápida y eficiente – aportando un incremento positivo en los factores fitosanitarios de l cultivo en si. Pero, para que esto tome el camino indicado, deberá prestar atención al tipo de malla espaldera que va a solicitar ya que no cualquier malla sirve para este propósito. De antemano se recomiendan mallas como HORTOMALLAS, que su variedad en tamaños y medidas junto con una fabricación pensada para el día a día en un terreno de cultivo, la hacen una opción infalible a la hora de instalarla en el cultivo seleccionado y sacar el máximo provecho con el sistema de entutorado. Hay quienes piensan que cualquier malla espaldera o por lo menos algo cercanamente similar a una malla puede servir para el propósito de entutorado que aporta una malla espaldera como tal. Pero se equivocan. Algunos usan cualquier malla metálica que encuentren, o cualquier malla lo suficientemente “resistente” para la aplicación del entutorado, pero, con las mallas metálicas sucede que se oxidan con el tiempo, trayendo problemas tanto para las plantas como para aquellos que manipulen manualmente las plantas y los materiales del cultivo por cuestiones de mantenimiento. Con cualquier malla de plástico o hilo que se consiga en el mercado sucede algo similar; no resistirán la constante exposición al sol, el viento y el agua, causando una degradación rápida de la malla utilizada. A demás, tienden a ser incomodas en la instalación, sobre todo cuando se necesita remover del cultivo, llegando a ser todo un verdadero problema cunado las plantas ya están enredadas a lo largo y ancho de la malla. Las mallas espalderas están diseñadas para afrontar las dificultades que se puedan presentar en el cultivo, como exceso de peso causado por las plantas y sus frutos, la exposición a las condiciones climáticas, posibles golpes que pueda recibir la malla, entre otros.
A diferencia de los otros tipos de entutorado, la malla tutoreo hace prácticamente el trabajo por si sola. En otras formas y variantes de la técnica del entutorado se debe llevar periódicamente el tutoreo de forma manual; pero con la malla espaldera gracias a su sistema de malla, solo se hacen los ajustes manuales necesarios y la planta junto a la malla hacen el resto. Esto es muy importante, ya que el tiempo en mantenimiento se reduce de forma considerable, siendo aplicado este en otras actividades como la recolección o mantenimiento del cultivo. Las mallas espalderas sirven también en invernaderos y en pequeños cultivos caseros, siendo una buena opción para aquellos que se inician en la practica del huerto casero.
Si busca aplicar el tutoreo en su cultivo no lo piense más: use una malla soporte de la gama HORTOFLOR y prepárese a ver como sus plantas rebosan de salud, eficiencia y producción.